La historia de Pablo Ráez ha conmovido y concienciado a miles de personas alrededor de toda España, e incluso más allá de las fronteras de nuestro país. Este joven marbellí de 20 años lucha por segunda vez contra una leucemia, y lejos de venirse abajo y expresar el miedo lógico que tendría cualquier persona, ha contado su vivencia en primera persona a través de las redes sociales para intentar concienciar a la población de la necesidad de hacerse donante de médula para poder salvar vidas.
“El 26 de marzo de 2015 me diagnosticaron leucemia, me dieron quimioterapia, me trasplantaron la médula y todo lo que esto conlleva. Llevo un año muy duro, realmente duro, nadie se puede imaginar lo que he pasado, por lo que nadie se puede imaginar lo que puedo sentir ahora al saber que hay un 4% de leucemia en mi médula ósea”, así relataba Pablo hace unos meses que volvía a tener leucemia.
Este joven deportista es un gladiador incansable, positivo y optimista pese a estar pasando por un momento durísimo, tanto para él como para su familia y personas más cercanas: “Estoy a la espera de tener un donante compatible, por lo que hice un llamamiento a la gente para que se hiciera donante. No por hacerte donante me vas ayudar a mí (o sí) pero colaborarás con la sociedad y no te cuesta nada, infórmate de cómo hacerlo si realmente estas interesado”. Y es que lo más conmovedor de sus palabras es el afán por conseguir ayudar a los demás. Intenta día a día poder ayudar a conseguir una sociedad mejor, y su llamamiento ya está teniendo resultados.
Los donantes de médula ósea en la provincia de Málaga han aumentado considerablemente tras la campaña que Pablo Ráez realiza para concienciar sobre la importancia de la donación de médula. En Andalucía, el pasado mes fueron 2.075 donantes nuevos y en 2016, la cifra es de 8.196. Esto supone “casi el doble de lo que se esperaba para todo el año, un 183 por ciento”, explica el coordinador del Plan Andaluz de Médula Osea, Sergio Fernández.
Desde Centro Plaza queremos transmitir toda nuestra fuerza y nuestro ánimo a Pablo y a toda su familia y sus personas cercanas. ¡Siempre fuerte, Pablo!
