Este sábado por la noche, las calles se inundarán de calabazas, niños, juegos y miedo. La famosa noche de Halloween llega otro año más, y niños y no tan niños disfrutan de una celebración que en nuestro país es relativamente ‘nueva’.
Niños y adultos se disfrazan de personajes terroríficos en esta festividad y los colegios, las salas de fiesta o parques de atracciones se llenan de decoraciones con motivo de la noche de Halloween. Unos lo consideran una fiesta más, aunque otros, los más escépticos, creen que es un acto comercial.
Lo que parece claro es que Halloween ha llegado a España para quedarse, guste o no guste a todos. El ya conocido por todos ‘truco o trato’ que tanto hemos visto en las películas americanas ya es una costumbre más en nuestra noche del 31 de noviembre y la terrorífica noche es famosa en todo el país. Pero… ¿sabes cuál es el origen real de esta fiesta? Halloween tiene su verdadero origen en la cultura celta de una fiesta que se conoce como Samhain (fin del verano).
El origen de Halloween
Los celtas festejaban ese día el final de las cosechas estivales y empezaban a dar la bienvenida a su nuevo año celta. De ahí, la fiesta pasó a los irlandeses, que a su vez la expandieron a América del Norte. Fue en 1921 cuando los americanos comenzaron a celebrar de forma masiva la noche de Halloween en Minnesota.
La palabra ‘Halloween’ tiene su origen en el escocés antiguo, ya que deriva de la frase ‘All Hallows’ Even’, es decir, víspera del día de todos los santos. Desde los años 20 hasta hoy en día, esta celebración ha cambiado en algunos aspectos y ha sufrido variaciones, pero no se olvida su esencia, que trata del paso del día de los vivos al de los muertos.
En nuestro país, se ha convertido en tradición que los más pequeños se disfracen para pedir caramelos por las casas. Si les dan golosinas, dinero o alguna recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si sucede lo contrario, los niños hacen alguna broma o ‘gamberrada’… ¿Truco o trato?